El cierre contable es el proceso que permite a una empresa determinar los resultados económicos del ejercicio, ya sean ganancias o pérdidas, mediante la revisión exhaustiva de todas las cuentas. Este proceso incluye la regularización de cuentas de ingresos, gastos y patrimonio neto, dejando el saldo a cero para preparar el balance final del año.
Habitualmente, se realiza en los últimos meses del año, aunque es fundamental llevar a cabo cierres mensuales regulares para comparar datos y prevenir errores.
Aspectos clave a considerar
- Amortizaciones: Ajuste por desgaste de activos.
- Periodificaciones: Reconocimiento de ingresos o gastos no registrados.
- Regularización de existencias: Valoración correcta del inventario.
- Conciliaciones bancarias: Validación de los saldos bancarios.
El cierre contable no solo ayuda a cumplir con obligaciones legales, sino que también es una herramienta estratégica para planificar y tomar decisiones informadas en la empresa.